CORO
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado: (Bis)
¡Ven a nuestras almas niñito!
¡Ven no tardes tanto! (Bis)
1
¡Oh sabiduría suma
del Dios soberano,
que a infantil alcance
te rebajas sacro!
¡Oh Celestial Niño
ven para enseñarnos
la prudencia que hace
verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
2
¡Oh, Señor potente
que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo
disteis los mandatos!
¡Ven prontamente
para liberarnos,
y que un niño frágil
muestre fuerte brazo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
3
¡Oh raíz sagrada
de José que en lo alto
presentas al universo
tu perfumado nardo!
¡Dulcísimo Niño
que has sido nombrado
“Lirio de los Valles,
Vella flor del campo”!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
4
¡Llave de David
que abre al exiliado
las cerradas puertas
de regio castillo!
¡Apartanos, oh Niño,
con tu blanca mano
de la prisión triste
que sembró el pecado!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
5
¡Oh llama del Oriente,
sol de perdurables rayos,
que entre las tinieblas
tu resplandor veamos!
¡Niño tan precioso,
dicha del cristiano,
brilla la sonrisa
de tus dulces labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
6
¡Espejo sin mancha
santo de los santos,
sin igual figura del
Dios soberano!
¡Tacha nuestras culpas,
salva al exiliado
y en figura de niño,
da al desdichado amparo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
7
¡Rey de las naciones,
Emmanuel preclaro.
de Israel al pueblo,
pastor del rebaño!
¡Niño que pastoreas
con suave cayado
ya la oveja arisca
ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
8
¡Ábranse los cielos
y llueva de lo alto
protector rocío
como riego santo!
¡Ven divino Niño!
¡Ven Dios humanado!
¡Relumbra, hermosa estrella,
brota, flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
9
Ven que ya María
preve sus brazos
de su niño vean
en tiempo aledaño!
¡Ven que ya José
con deseo sagrado
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
10
¡Del débil auxilio,
del doliente amparo,
aliento del triste,
luz del exiliado!
¡Vida de mi vida,
mi señor adorado,
mi incesante amigo,
mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
11
¡Véante mis ojos
de ti enamorados!
¡Bese ya tus plantas!
¡Bese ya tus manos!
¡Arrodillado en tierra
te tiendo los brazos,
y aún más que mis plegarias
te dice mi llanto!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
12
¡Ven defensor nuestro
por quien suspiramos!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
(CORO)
Continua con la oración al niño Jesús.
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